Visión de la técnica muy diferente
Para mí La Vía de la Voz es un proceso que justo empieza. Las sesiones han servido para descubrir nuevas puertas a las que he tocado, consiguiendo abrir alguna momentáneamente. Y con eso me quedo, con el placer de ver aspectos que se han abierto o dado sin esfuerzo, tan sólo poniendo intención. Digo que el proceso empieza porque quisiera dedicarle más tiempo al viaje.
Ha habido momentos muy potentes, de soltar un chorro de voz que quería salir y salía solo. He observado que con pequeñas intenciones puedo cantar de forma placentera, como un automasaje.
Con respecto a la relación con mi voz, ha habido momentos en que el cantar surgía naturalmente, luego quise insistir, aprender, y empecé a hacer sobreesfuerzos que me dejaban agotada. La Vía de la Voz me está ayudando a dejar estos viejos patrones y optar por la ligereza, el control justo. Me ha reconectado con la organicidad de la música, sobre todo, gracias a una visión de la técnica muy diferente a la que se aplica en las escuelas de canto convencionales, y he ganado más flexibilidad y desenfado, más ligereza y conexión conmigo misma.
Me llevo del proceso una visión de la música, de mí y del entorno más orgánica, sin expectativas. Tengo la sensación que es el inicio de algo aún más profundo que llama la atención experimentar.