Ha sido un RENACIMIENTO
La Vía de la Voz me ha permitido abrir y explorar nuevos espacios dentro de mí. Saltar al vacío, desafiarme, limpiar mi cuerpo de heridas emocionales, empezar a aprender a escuchar mi corazón, sentirme más cerca de MI lugar, ver cómo cuando uno pone la intención al servicio del Amor la magia se produce.
He observado la conexión entre mí misma, mi voz, la entrega y la sanación. Cuanto más soltaba, más enriquecimiento, expresividad, improvisación, alegría y creatividad.
De las cosas que más me sorprendieron al comenzar el taller de La Vía de la Voz® fue la desconexión y desconocimiento que sentí de mi voz. Me dio la sensación de que mi mente iba hacia un lado y mi voz hacia el lado contrario. Ahora me relaciono con ella con más ligereza, flexibilidad, confianza y diversión. Me encanta el diálogo de intimidad-conexión que he creado con mi voz. Siento que es una puerta muy potente que justo se acaba de abrir y que me ayuda a conectar conmigo misma a un nivel profundo donde las palabras no tienen cabida.
El trabajo en el taller ha afectado a otras áreas de mi vida. Entre otras, siento que conforme el taller avanzaba mi caminar en la tierra se iba afianzando, hasta llegar a sentir un profundo enraizamiento y una mayor soberanía sobre mi vida. Asimismo, este trabajo me ha ayudado a aflorar mi feminidad. Además, de sentir una mayor presencia en el aquí y el ahora.
De este viaje me llevo muchos regalos. Por una parte, el mismo proceso ha acelerado de manera natural el proceso en el que estaba sumergida. Por otra, percibo una mayor integración y aceptación de mi persona en su totalidad. A más, de empezar a ver la coherencia entre mi voz, mi sentir y la manera de expresarme. Y unas ganas tremendas de seguir explorando mi creatividad; cantar, bailar y narrar la historia de mi vida!
En una palabra, La Vía de la Voz ha sido un RENACIMIENTO