Contacto con el material creativo interno
El proceso de La Vía de la Voz ha significado para mí una oportunidad de compartir con otras personas a las que no conocía previamente, Mi Ser (MI ESENCIA). Una oportunidad de SER yo desde un lugar desconocido para mí, la Voz. Conocerme a través de la voz y saber que puedo comunicarme conmigo misma, con mi interior y mis emociones, a través de ella.
He entrado en contacto con el material creativo que hay dentro de mí, y que no sabía que estaba. Con este proceso he podido verlo, sentirlo, corporeizarlo, y pasármelo bien, con la forma y maneras mías, las genuinas, diferentes y compatibles con las formas y maneras de mis compañeros/as de este viaje. Por lo tanto ha sido integrador de los procesos de los/as otros/as, alucinante, rico, y muy evolutivo. Encontrar una herramienta que integra los procesos de todos y cada uno de los que participamos me parece un arte. Una Herramienta para integrar el sentido de la PRÁCTICA, ahora lo entiendo y lo he experimentado desde el cuerpo. También la práctica me ha dado herramientas para salir de estados emocionales que no podía manejar…de otra manera.
Me ha ayudado a centrarme más en mi vida, a pesar de los factores externos a mí que me podían desestabilizar.
Me ha dado oxígeno en momentos complicados. Ha puesto ligereza a situaciones de espera, que no dependían de mí.
Me ha ayudado a superar autocríticas, a hacer ligeros los juicios de la cabeza, a superar el sentido de perfección, a traspasar la tendencia a valorar el resultado y no el proceso.
Y en mi voz, mi voz ahora es una conocida y amiga, antes iba conmigo y ahí se acababa la relación. También he podido oírme en diferentes aspectos de mi voz, y lo bueno también es que la mayoría no han pasado por el filtro de mi cabeza.
Ha sido como abrir una ventana a un montón de posibilidades, sobre las cosas que puede hacer y no. Se me han quitado complejos por no saber música. Y constato que todos/as tenemos esa capacidad. Con el viaje a través de La Vía de la Voz®, he dado un salto cuántico, partía de casi nada con respecto a mi voz y me llevo un saco repleto de herramientas, de conceptos más claros, un baúl de REGALOS de los que poder ir disfrutando de aquí en adelante.
Nunca podré olvidar las herramientas, las experiencias, los recursos claros y sencillos en la forma de aplicarlos, que La Vía de la Voz, me ha proporcionado… Ahora mi voz, tiene un valor propio en sí misma, me da placer y me incita e invita a que explore y me deje llevarrrrrrrrrr. No tiene precio. Dejarse llevar, en una sociedad y unas estructuras tan cuadraditas y anquilosadas… ¿A qué no podré atreverme ahora?